NOTA PUBLICADA EN mundod.lavoz.com.ar
El cordobés, ex entrenador del campeón mundial, acaba de salir en
libertad condicional tras ser condenado a ocho años por un delito que, según
sostiene, no cometió. Dice que el púgil que forjó lo olvidó y que hasta le
preparó las peleas en la cárcel.
El cordobés, ex entrenador del campeón mundial, acaba de salir en
libertad condicional tras ser condenado a ocho años por un delito que, según
sostiene, no cometió. Dice que el púgil que forjó lo olvidó y que hasta le
preparó las peleas en la cárcel.
Si algo marcó la vida
de Sergio Martínez fue
su particular relación con el destino: cuando todo parecía acabado, salía a
flote; y en momentos en que la vida lucía color de oro, el presente se
oscurecía. Desde aquella llegada a España, cuando le robaron lo que llevaba
consigo y encontró un pequeño papel con un teléfono milagroso, hasta la última
pelea con Julio César Chávez Jr., que era un baile y terminó de forma dramática
a su favor.
En
febrero de 2003, la ciudad española de Guadalajara bien pudo haberle cambiado
el futuro: a metros de donde hacía de seguridad en la disco-pub “La Galia ”, un joven caería al
piso golpeado gravemente y, tras acusaciones cruzadas, su entrenador, el cordobés Gabriel Sarmiento (nacido en Las
Varillas) acabaría preso.
Las
vueltas de la vida, o vaya a saber por qué, hicieron que el accidente no
ocurriera donde él trabajaba. ¿Qué pasó? En un confuso incidente,Orlando Sarmiento –hermano de Gabriel y
Pablo, el actual coach del quilmeño– trabajaba como asistente de seguridad en
“Siglo XXI”, uno de los tantos boliches que dejaba esa tarea en manos del mayor
de los hermanos nacidos en Las Varillas, y golpeó a un muchacho que, tras
recibir el impacto y caer contra el suelo, quedó lesionado con daños
irreversibles.
Gabriel,
creyendo que el caso se resolvería rápidamente, que no revestiría mayor
gravedad y viendo que su hermano estaba en España como ilegal,asumió la responsabilidad y fue penado con ocho años de prisión y
una multa de 600 mil euros. Orlando, consciente de la injusticia cometida
contra su hermano, se entregó en distintas oportunidades, pero la Justicia desoyó su
versión.
Así,
desde 2003 hasta 2005 y desde 2011 hasta la actualidad, Gabriel Sarmiento pasó sus días en distintas prisiones: Los
Ángeles, Madrid y Guadalajara. Por un “defecto de forma”, en
2005 recobró la libertad “firmando el diario”: debía ir a un juzgado, poner su
nombre y enviar un fax todos los días durante dos años.
En
2008, cuando la condena se acercaba y veía que sus apelaciones no surgían
efecto, huyó a Estados Unidos para
continuar con la carrera de “Maravilla” Martínez. Hasta que en
2011 la Interpol
lo capturó y no volvió a salir de la cárcel.
Pero el jueves 7 de marzo le abrieron las rejas
y decidió hablar. “Me banco que me haya traicionado mi hermano, la Policía , pero no Sergio.
Es algo que no me deja dormir. Es lo más triste que me pasó en la vida”, dice
con la voz quebrada Gaby a Mundo D.
Y explica: “Jamás me vino a visitar (Sergio) a
la prisión de Los Ángeles. Nunca. Pablo (Sarmiento) tampoco lo hizo”.
¿Quién
es su verdadero entrenador?
Pablo Sarmiento, actual coach de Martínez, no tomó las riendas de las sesiones de entrenamientos de la nueva figura argentina desde el comienzo. Recién en octubre de 2011, Pablo aparece como coach principal.
Pablo Sarmiento, actual coach de Martínez, no tomó las riendas de las sesiones de entrenamientos de la nueva figura argentina desde el comienzo. Recién en octubre de 2011, Pablo aparece como coach principal.
“Me llamó
mi mamá llorando diciendo que mi hermano estaba tirado, que por favor lo
ayudara. Entonces lo sumé para la segunda pelea con Williams, pero como
asistente. Ni hablaba. ¡Tenía un miedo que no decía una palabra, mirá el video
de la pelea! Luego sí le fui enseñando porque sabía que, tarde o temprano, me
iban a detener”, sostiene Gaby.
Juntos, Gabriel Sarmiento y Sergio
Martínez lograron lo máximo que puede imaginarse cualquier boxeador y todo
entrenador: en 2010 fueron
reconocidos como el DT y el peleador del año, además de
llevarse el premio al mejor nocaut de la temporada, tras dormir a Paul Williams
con un nocaut de antología.
–¿Por qué Sergio no reconoció
en los medios tu trabajo ni te salió a defender, sobre todo sabiendo que
estabas preso injustamente?
–Claro que sabe cómo fue la verdadera historia. Pero no sé por qué no alza la voz por mí. No lo entiendo. Con las cosas que hice por él. Viví para él, me fugué por su carrera, en la cárcel me pasaban pen drives ilegalmente para planificar sus combates. Quizá se calló para que no digan que su entrenador está preso. Si no, no entiendo.
–Claro que sabe cómo fue la verdadera historia. Pero no sé por qué no alza la voz por mí. No lo entiendo. Con las cosas que hice por él. Viví para él, me fugué por su carrera, en la cárcel me pasaban pen drives ilegalmente para planificar sus combates. Quizá se calló para que no digan que su entrenador está preso. Si no, no entiendo.
–¿Qué sentís cuando lo ves en
los medios?
–Parece que estuvieran insultando la inteligencia de los periodistas y la gente. Cualquiera tiene la mínima inteligencia para poner YouTube y darse cuenta de que su entrenador siempre fue otro. Que él era otro.
–Parece que estuvieran insultando la inteligencia de los periodistas y la gente. Cualquiera tiene la mínima inteligencia para poner YouTube y darse cuenta de que su entrenador siempre fue otro. Que él era otro.
La figura
del boxeador letrado, elegante y hasta escritor vendió como pan caliente y
Martínez fue no sólo el deportista del año en la Argentina , sino la
figura que todo programa televisivo quiso exhibir. El supuesto exceso de
confianza en sí mismo –el cual fue entendido como causal de su gloria
deportiva– Gabriel Sarmiento lo describe como soberbia y no logra asimilarlo:
“Siempre le dije: ‘Sergio, jamás digas que eres el mejor. El día que creamos
que somos los mejores, estamos muertos’. Fíjate cómo declara antes de Serhiy
Dzinziruk, con la humildad que habla. Hoy lo escucho y lo desconozco”.
–¿Cuál es el verdadero Sergio Martínez?
–El que yo conocía antes de Dzinziruk. El que le ganó a (Paul) Williams, (Kelly) Pavlik, ese es el verdadero. Ahora lo veo y le digo a mi mujer: “Nos lo han cambiado”. Parece increíble.
–El que yo conocía antes de Dzinziruk. El que le ganó a (Paul) Williams, (Kelly) Pavlik, ese es el verdadero. Ahora lo veo y le digo a mi mujer: “Nos lo han cambiado”. Parece increíble.
El descargo de “Maravilla”
Sergio Martínez, consultado por Mundo D sobre la relación con Gabriel Sarmiento, afirmó: “Cuando tenga que sentarme a hablar con Gabriel, lo voy a hacer. Lo que pasa adentro del vestuario, queda en el vestuario”.
Sergio Martínez, consultado por Mundo D sobre la relación con Gabriel Sarmiento, afirmó: “Cuando tenga que sentarme a hablar con Gabriel, lo voy a hacer. Lo que pasa adentro del vestuario, queda en el vestuario”.
“Hoy, Gaby (Sarmiento) no está, no
es mi culpa que no esté y no es mi culpa lo que le pasó. Lo apoyé al máximo y
yo, siendo uno de los tres o cuatro mejores libra por libra, no puedo tener un entrenador en la cárcel. No
puedo tener a alguien que esté dándome las instrucciones desde allí: mi
entrenador tiene que estar trabajando conmigo y si él no lo entiende, lo siento
por él”, concluyó.
NOTA DE ANDRES MOONEY
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