Maravilla Martínez: Un campeón que recuperó su trono

SERGIO GABRIEL "MARAVILLA" MARTINEZ- CAMPEON MUNDIAL MEDIANO DEL CMB

 -Vuelo como mariposa y pico como una abeja, decía el más grande boxeador de todos los tiempos Muhammad Alí, y aquella estrategia repitió el quilmeño Sergio “Maravilla” Martínez para arrebatarle el trono de los medianos del CMB a Julio César Chávez Jr, conquistando nuevamente un cinturón que se calzó nada menos que Carlos Monzón y quitandole el invicto al púgil azteca.

Jab derecho, recto izquierdo, jab derecho, recto izquierdo, ese fue el secreto del éxito para el argentino quien al compás de un sutil bailoteo sobre el ring, humilló a el mexicano emulando algunas épicas batallas, como aquella noche de 1980 en Louisiana cuando Roberto “Mano de piedra” Durán abandonó la pelea en el octavo round cansado de recibir golpes sin siquiera poder rozar a un inspiradísimo Ray “Sugar” Leonard.

Durante once once vueltas Martínez golpeó a Junior que lento para moverse, lento para pegar, lento para boxear, demostró que el mote de campeón le quedaba grande.

Así quedó Julito Chávez después de la paliza

Los argentinos estaban de fiesta, la superioridad era notoria, Maravilla bailoteaba y golpeaba a Chávez que ya no tenia ganas de hacerle burlas. Ultimo round, un minuto para la gloría, y llega el momento fatal. Martínez entra al juego del mexicano confiándose de aquel rival con los ojos hinchados y la nariz ensangrentada, y recibe una ráfaga de golpes que lo envía a la lona del  Thomas y Mack Center dejándolo completamente noqueado. El ring es ahora de Chávez, quien sonriendo ya se imagina con el cinturón puesto, burlándose de Martínez, chicaneando con su edad.

Sin embargo, Sergio se levanta. Completamente drogui sale a combatir. No corre por el ring escapando de un rival agigantado. Lo enfrenta. Lo arriesga todo. Vivo el experimentado púgil argentino se deja caer como una pluma tras un agarron de su contendiente aprovechando para ganar un poco de aire. Falta cada vez menos, la campana se hace rogar. Los argentinos con un nudo en la garganta, con el grito de victoria atragantado, esperan que termine la batalla, que pase el sofocón.

Pero Maravilla no se achica señores. Se levanta y enfrenta a ese monstruo de pantalones rojos que quiere arrebatarle lo que le pertenece. Mete un recto de izquierda que hace retroceder a Chávez y finalmente suena la campana.

La pantalla dividida, tal como en una ceremonia de los premios Oscar, presenta a los candidatos. Los argentinos temen por un fallo fraudulento. Pero todo acaba cuando en la voz de Michael Buffer se escuchan las palabras mágicas: “From Argentina….”, solo eso bastó para que estallara la alegría.

GRACIAS CAMPEON POR TANTA ALEGRIA Y POR TANTO TALENTO

Las lagrimas del argentino que en andas se calzó el cinturón, fueron el cierre de una noche tan magnifica como esperada. Atrás quedó el cinturón de emérito diamante y demás premios consuelo. Maravilla es el CAMPEON, con todas las letras. El desenlace más justo, para un boxeador de primera clase.